...decidida a devolverles la mirada una última vez, luchó enceguecida contra cada uno de ellos, y mientras sangraba mortalemente en más de mil añicos se miraron por fin, herida también en el reflejo, en ese único fragmento indemne aún colgado, en el que solo cabían los ojos recortados, los suyos claro, y los de cada uno de sus monstruos, infinitamente repetidos, en el espejo del baño destrozado...
martes, 17 de mayo de 2011
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