"…fue a partir de ese día sentado en el baño, cuando me di cuenta que uno de mis pies era más corto que el otro, o que uno era un poco más largo claro, apenas, si apenas es cierto, lo suficiente para patear como un animal, para quedar siempre en el equipo ganador, para no perder, nunca, pero nunca, los decisivos pan y queso…"
lunes, 9 de junio de 2008
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