jueves, 5 de noviembre de 2009

"espejismos"

"...descendió del auto sofocado, era agua, seguro, un charco radiante, azul inconfundible, agua por fin bajo el sol infernal y a escasos cincuenta metros frente suyo, corrió desesperado y se arrodilló entregado, bebió, se empapó, y se atragantó, burlándose salvado, de su suerte, de la llanura eterna, de la tierra quebrada, mientras volvía airoso y confiado, caminando, corriendo apurado hasta que el sol lo derribó insolado, el auto que aparecía siempre, ese extraño efecto, difuso y brillante sobre la ruta, su auto, a escasos cincuenta metros, allí adelante, siempre delante, y perfectamente estacionado..."

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno Eugenio!!!
quiero ya ese libro!!
P.

Anónimo dijo...

Muy bueno che!!!!! Ya me voy haciendo un habitué!! Joey